El conmovedor discurso del padre del soldado muerto en Zapala: «A nuestro hijo lo mataron dentro de este cuartel»

«Me paro aquí con todo el dolor de padre para decirles que a nuestro hijo lo mataron dentro de este cuartel, en cumplimiento de su deber como soldado. En consecuencia, sostenemos que es muy probable que el o los asesinos estén formados entre nosotros o llevan el mismo uniforme». Desgarrador, fuerte y contundente. Así fue cada palabra que esbozó el padre de Pablo Jesús Córdoba, el joven soldado que fue hallado muerto con dos disparos en la cabeza el primero de junio, mientras hacía guardia en una guarnición militar de Zapala.

Este viernes por la tarde el joven Pablo Córdoba, de 21 años, hubiese jurado con sus compañeros ante los ojos de su padre Juan José y de todos los que lo amaron.

«Hoy debería estar formado orgulloso, estoico, seguro de que iba tras sus sueños con su corazón noble, latiendo fuerte, esperando escuchar esas fórmulas para decir ‘si juro’, pero nos quitaron también ese momento», expresó el hombre, debajo de un cielo bien celeste y con la voz en alto.

Córdoba padre pidió permiso al jefe de la formación y su discurso fue pura emoción desde el comienzo. Con la voz quebrada manifestó que hablaba desde el «dolor inconmensurable» que tiene como padre, que es el dolor de toda su familia: su madre, su hermana, sus abuelos, tíos, amigos y camaradas. «Vengo a desterrar definitivamente la idea del suicidio», enfatizó.

José Luis fue muy crítico de la causa que se investiga aún como «muerte dudosa». Cuestionó que la Justicia haya desembarcado al lugar del hecho 37 días después y sostuvo que se investiga «lento y mal entre otras tantas irregularidades».


«Los hombres de armas que estamos aquí formados saben que es imposible que un ser humano puede ser capaz de auto infligirse dos disparos en la cabeza», sostuvo.

También agradeció en su relato a los testigos que hablaron sobre la vida de su hijo: «Dejan a las claras cómo vivía él , los valores intrínsecos de la formación familiar que llevaba».

Fueron cuatro o cinco minutos de tensión que llegó al corazón de muchas personas que habían asistido al acto protocolar sin imaginar lo que podía suceder. «En mi carácter de integrante del Ejercito Argentino no puedo sentirme no dolido y defraudado por parte de los que tienen la obligación jerárquica de tomar decisiones ante semejante hecho», se sinceró Córdoba padre.

Que suene fuerte el pedido de Justicia

Aclaró que «no los culpa», pero se preguntó «qué medidas hubiesen adoptado si se perdiera un fusil, pues bien, aquí se perdió la vida de un solado, camarada y ser humano de 21 años recién cumplidos y una vida llena de proyectos».

Quienes haya sido los responsables, agregó, «apagaron la luz que iluminaba toda una familia, apagaron muchos momentos únicos, ganas de vivir».

«Hoy me paro frente a todos ustedes con el alma destrozada, vacío por dentro, para pedirle que nos ayuden a pedir justicia por Pablo Jesús Córdoba», cerró. Y desde la multitud que había acudido a la formación se escucharon los gritos de «justicia» que pusieron la piel de gallina, empatizando desde la emoción con ese padre muerto de dolor y su familia.

lmneuquen.com

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