Ayer, Sergio Massa y Javier Milei cerraron sus campañas presidenciales de cara al balotaje. Así, entraron al periodo de veda de este viernes, aunque lejos está cada espacio político de llamarse al silencio ante un panorama político marcado por el ajustado resultado de las elecciones del 22 de octubre. Qué hará cada candidato hasta el domingo, mientras la Justicia Electoral se esfuerza ante los planteos, al menos hasta el momento sin que se hayan presentado fundamentos.
De cara a las elecciones del domingo, Javier Milei se recluyó en el hotel Libertador, convertido ya en la sede de su búnker, donde suele tener las reuniones políticas centrales de La Libertad Avanza y donde ha esperado los resultados en los comicios pasados.
Uno de los temas centrales será la denuncia pública de fraude electoral que vienen alimentando desde la Libertad Avanza. Primero se había puesto el blanco en los telegramas, pero ante la comprobación, luego del escrutinio definitivo, que esos señalamientos eran infundados, las acusaciones recayeron sobre un eslabón en la cadena del voto: la Gendarmería.
Aunque la fuerza no interviene en apertura de urnas ni de documentación, ante el refuerzo de la estrategia del espacio libertario, atado a la advertencia que ya hizo Milei en nota con Jaime Bayly de desconocer el resultado si perdiera, la Justicia Electoral autorizó a sus fiscales a acompañar las urnas. Específicamente, se les habilitó a «participar en todo el trámite, ejercer el control y la custodia de las urnas y documentación«.
Según Infobae, la fiscalización impulsa las próximas reuniones del candidato, junto a su hermana Karina, sus asesores, Guillermo Francos, Santiago Caputo; y el líder de los equipos técnicos, Nicolás Posse. También se esperan encuentros con representantes del PRO.
El cierre de campaña: Conan es cordobés
Walter Giannoni
Ayer, Milei cerró en Córdoba su campaña electoral de cara al balotaje del domingo con un contundente respaldo: la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, convocó a votar por el postulante de La Libertad Avanza en el multitudinario acto realizado en Nueva Córdoba.
El gesto de Bullrich fue complementado por un llamado similar, pero efectuado a través de la televisión y las redes sociales, por el expresidente Mauricio Macri. “Yo voto a Milei, y, si no querés abandonar la batalla y resignarte, también te pido que vos lo votes”, dijo en un posteo.
En términos políticos, el corto mensaje pronunciado por la exministra de Defensa desde el escenario montado frente al Buen Pastor fue tan significativo para los seguidores del espacio como el de Milei.
“Olé, olé, olé, Pato, Pato”, coreó la concurrencia que ocupó el ancho de la avenida Hipólito Yrigoyen por unos 200 metros de extensión y también sectores de las esquinas adyacentes.
Tras agradecer a los 6,4 millones de personas que la acompañaron en la primera vuelta, dijo que éstos “junto a ustedes, votaron por el cambio en la Argentina”.
Describió luego a la “Argentina de las mafias, de las prebendas, de los privilegios, de los funcionarios ricos y ciudadanos pobres, donde los que trabajan como funcionarios tienen todos y el pueblo no tiene nada”, y señaló que les quería “pedir a todos los que me acompañaron” y optaron por el cambio, que esa continuidad del kirchnerismo “se tiene que terminar el domingo”.
Con un 76% de participación, en la primera vuelta Milei obtuvo en Córdoba el 33,54% de los votos, Bullrich otro 22,62%. Juan Schiaretti sacó el 29,01% y Sergio Massa recogió el 13,42%.
Tal como lo apuntara casi a la misma hora Macri por televisión, Bullrich enfatizó: “Tenemos que apoyar el cambio, que implique que los ciudadanos son más importantes que las estructuras burocráticas del Estado. Que no van a estar más debajo de los Massa que los aplaste”.
La gente, entonces, estalló en “Massa, basura, vos sos la dictadura”.
“He decidido –continuó Bullrich–, junto a muchos, muchos y muchos ciudadanos, decirle a Javier: te tocó el turno, fuiste el que ganaste la opción de cambio, y con patriotismo te acompañamos para que seas el próximo presidente”, subrayó.
En su última incursión por Córdoba antes de las elecciones, el candidato de LLA había llegado cerca de las 14 y fue conducido al hotel Quinto Centenario, donde se alojó. Luego, pasadas las 20, se dirigió al lugar el acto en la caja de una camioneta que lentamente se abría paso entre un público conformado mayoritariamente por jóvenes y familias, al ritmo de la canción “Panic show”. Luego la cantaría entera a capela con una leve modificación en la letra para incorporar la palabra “casta”.
Lo esperaban su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, y referentes del espacio como Ramiro Marra, Carolina Píparo, Martín Menem y los cordobeses Agustín Laje y Diana Mondino, enfundada en la camiseta alternativa de Talleres. Abajo del escenario, también estaban la diputada nacional del PRO, Laura Rodríguez Machado y el diputado electo, Rodolfo Eiben, entre otros.
De arranque le disparó a Massa con un aviso “parroquial”. “El panqueque, el fullero, el mentiroso dijo que yo siento desprecio por los cordobeses. Y el mejor regalo de la vida me lo dio Córdoba….¡Avísenle a Córdoba que Conan es cordobés!”, afirmó al referirse a su perro. Fue la primera ovación.
Milei recorrió luego los lugares habituales de su discurso de campaña. “La elección es la más importante de los últimos 100 años”, dijo. “Y claro que se puede cambiar, el 54% de los argentinos votó una opción de cambio”. El libertario agregó que esperaba que Córdoba lo acompañara para así llegar al 60% de los votos.
“¿Queremos una hiperinflación o ser una potencia mundial?”, preguntó a la multitud. “¿Vamos a seguir mendigando un plan o tener un empleo de calidad?”, agregó y preguntó otra vez: “¿Queremos la tiranía populista del kirchnerismo o queremos abrazar las ideas de Alberdi?”.
Le pidió, además, a la gente que el “miedo no le gane a la esperanza…”. Y gritó: “Qué la esperanza gane el domingo”, afirmó. Y resaltó la importancia del trabajo de los fiscales, los propios “los de Bullrich y los de Macri”, enfatizó al final.
Sin estridencias ni triunfalismos, Massa cerró la campaña en una escuela secundaria pública
Horacio Aizpeolea
Antes de la generales del 22 de octubre, el acto de cierre fue en una Pyme, con el candidato charlando de producción y trabajo, rodeado por un centenar de operarios y directivos. Para el cierre de la campaña del balotaje, Sergio Massa eligió enfocarse en la defensa de la educación pública de excelencia. El candidato de Unión por la Patria conversó con chicos de la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”, a los que les pidió no renunciar a las utopías, entre ellas, “la pelea por la igualdad de oportunidades”.
Ante los estudiantes y previamente en una exposición frente a empresarios, Massa reiteró la que fue su consigna madre electoral: la construcción de un gobierno de unidad nacional de derrotar este domingo en el balotaje a Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza.
El último día de campaña empezó con la difusión de un video de la visita de Massa a Magdalena, “que con sus 104 años desea ir a votar y tenía ganas de conocerme”, según escribió en las redes. El candidato de UP dijo que el mensaje “de respeto y amor entre hermanos” de la mujer, le reforzó la idea de “que el camino es un gobierno de unidad nacional para terminar con la grieta que tanto daño nos hace”.
Pasado el mediodía Massa fue al Hotel Alvear, en el barrio porteño de Retiro, para hablar ante los empresarios reunidos por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). Allí mismo, 24 horas antes, había disertado Milei.
“Quiero ser desde el 10 de diciembre el presidente que entierre la grieta. Quiero sentarlos a ustedes a la mesa para abrir nuevos mercados y generar salarios mejor remunerados. Quiero que el diálogo sea la marca y terminemos con la idea de amigo-enemigo, que enterremos juntos la idea de campo o industria, interior o ciudad”, propuso Massa.
“La apertura total de la economía termina con fábricas cerradas y gente en la calle”, les advitió a los empresarios, marcando diferencias con la propuesta aperturista extrema de La Libertad Avanza. Prometió transparentar y modernizar los procesos licitatorios del Estado.
“El primer gran cambio que Argentina debe recorrer es la construcción de un acuerdo de unidad nacional con la definición de 10 políticas de Estado que nos den previsibilidad a largo plazo”, reiteró, siempre en tono calmo, sin estridencias. Habló de su propuesta para que la oposición dirija la Oficina Anticorrupción y, además, comparta con el gobierno el directorio del Banco Central.
En el Alvear, ante la prensa, Massa hizo referencia a las denuncias de fraude que agita LLA. Calificó de “malos ejemplos” a la resistencia de Trump y Bolsonaro a aceptar sus derrotas. “No aceptar resultados es muy malo”, alertó.
El candidato se dirigió entonces al cierre de la campaña presidencial de UP, definida en el “Pelle”, el tradicional secundario enclavado en el porteño Barrio Norte y que depende de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
“La energía que ustedes transmiten, la fuerza y la responsabilidad que uno siente al ver que están comprometidos y creen en las utopías, y también descreen de las cosas que se plantean desde la violencia, desde el odio y desde la destrucción, a mí me genera mucha esperanza”, les dijo. “Haber elegido cerrar acá la campaña, con ustedes, también representa qué país queremos”, contó Massa, rodeado de los chicos reunidos en un patio al aire libre.
Massa admitió que son pocas las escuelas públicas que ofrecen la calidad del Pellegrini. “Hay padres, miles en la Argentina, que quisieran que sus hijos estén acá. No tenemos que lamentarnos por los que no están acá, sino, así como alguna vez se empezaron a extender las universidades a lo largo del país, tenemos que pensar que el proyecto educativo también tiene que ser extender los colegios asociados a las universidades a lo largo y a lo ancho del país, porque esa es la mejor forma de mejorar aún más el sistema educativo”, les propuso a los estudiantes.
“Gracias, viva el Pellegrini, viva la educación pública”, cerró Massa el acto. El último antes del balotaje.
“Nada de actos masivos, cercanía”, había anticipado a este medio un dirigente del entorno de Massa sobre el acto de cierre. El candidato, así, se ajustó en el tramo final de la campaña a la hoja de ruta diseñada por su equipo.
Para el cierre se decidió reiterar la estrategia previa a las elecciones generales del 22 de octubre: actos acotados a sectores puntuales, en un “cara a cara” con el elector, lejos de los actos de escala monumental que suelen caracterizar los cierres electorales de los frentes peronistas.
La campaña tuvo algo de fragor popular en las visitas al interior. El martes, Massa encabezó dos actos en Roca y Cipolletti (Río Negro). Antes había protagonizado encuentros con dirigentes y militantes en Tucumán, en La Pampa, en Córdoba y en Santa Fe. Pero se eludió realizar el clásico acto popular (como lo hizo Alberto Fernández en 2019, en Mar del Plata) que suele ser leído como “una demostración de fuerzas”.
La estrategia de la campaña del balotaje, se vio, reguló las apariciones del candidato, y evitó caer en situaciones estridentes y, mucho menos, triunfalistas. Con el apoyo de los gobernadores peronistas, kirchneristas y aliados provinciales, Massa transitó el camino acaparando todo el protagonismo. Sin nombrar al presidente Alberto Fernández y ni a la vicepresidenta Cristina Kirchner. La campaña del balotaje puso foco en el votante neutral e indeciso; la modalidad de “cercanía”, dicen en UP, permitió exponer las propuestas de gobierno.
rionegro.com.ar