A partir de la aplicación de técnicas amigables, la producción de esta fibra elevó su valor de mercado un 15%. Este aval resulta de la implementación de prácticas ganaderas que promueven la coexistencia con la vida silvestre en la estepa patagónica y realizan un uso regenerativo de los suelos.
Estrategias en armonía con el ambiente
En la estepa patagónica habitan numerosas especies silvestres, muchas de ellas amenazadas. Aunque aparentemente luce salvaje y atemporal, a lo largo de los años las actividades humanas han alterado su vegetación, suelo y fauna silvestre. La certificación internacional Wildlife Friendly™ motiva a productores y productoras a reconvertir sus prácticas hacia una ganadería más sostenible y regenerativa.
Mediante el trabajo conjunto de productores y productoras, organismos estatales como la Subsecretaría de Producción de Neuquén y el INTA, y organizaciones de la sociedad civil como WCS Argentina, se desarrollan e implementan metodologías para promover la coexistencia entre la producción ganadera y la vida silvestre. Por ejemplo, se utilizan métodos no letales para controlar la depredación de las ovejas y cabras por parte de pumas, zorros y otros carnívoros silvestres de la estepa. Una técnica eficaz es la incorporación de perros protectores de ganado, que generan un vínculo familiar con el ganado y lo protegen, manteniendo alejados a los carnívoros y reduciendo hasta un 95% la depredación.
“Los ataques de depredadores son comunes y las pérdidas son importantes. Adoptamos la herramienta porque toda la vida se cazó y se armaron trampas, pero nunca se logró reducir las pérdidas. Con el perro se puede convivir con los carnívoros y también se protege lo que uno produce”, aporta Flavio Castillo, otro productor de la zona.
Además, la certificación reconoce el manejo de los recursos que favorece el pastoreo regenerativo, que se basa en diversas metodologías que estimulan la restauración de los suelos y las pasturas. También, al reducir las pérdidas por depredación, disminuye la carga ganadera evitando el sobrepastoreo. Ambas decisiones ayudan a mitigar los impactos del cambio climático en la región.
Este tipo de proyectos colaborativos son fundamentales para ampliar la escala de la propuesta, expandir su alcance y promover políticas públicas. Marcos Lauge, Director de ganadería y salud animal de la Subsecretaría de Producción de Neuquén, comenta que “a nivel gubernamental, se tomó la decisión de proponer soluciones a largo plazo. En el caso de los perros protectores, su efectividad fue demostrada de manera contundente y con esos resultados se promovió la creación de criaderos para la provincia y se lanzaron líneas de crédito muy accesibles para que productores y productoras puedan adquirirlos. De esta manera, se promueve una metodología que resulta muy beneficiosa, tanto para el productor como para el ambiente”. La certificación Wildlife Friendly™ fue declarada de Interés Provincial por la Cámara Legislativa (Declaración 3092 del año 2021) de la Provincia de Neuquén.
Del campo a la vidriera
La lana merino es una fibra natural producida por ovejas de raza merino; es más fina y suave que la lana normal, y ofrece muchos beneficios por su calidez, ligereza y suavidad. Se adapta a múltiples usos, desde piezas de alta costura hasta resistentes prendas de exterior.
Las prácticas sustentables sobre la ganadería ovina potencian la calidad de la lana y son valoradas por un sector de la industria textil interesado en ofrecer prendas tejidas con fibras naturales, como alternativa a las sintéticas.
“Es muy gratificante que, además de sumarse a la conservación de la estepa, los productores puedan ahora lograr un beneficio concreto como es obtener un mayor ingreso por su trabajo, aportando además a la mejora del mercado de la lana natural”, destaca Ezequiel Infantino, Coordinador de Certificación y Cadenas de Valor de WCS Argentina.
El origen de las fibras y su modo de producción representan un diferencial para diseñadoras/es y empresas textiles comprometidas con el ambiente. A la vez, los consumidores, el último eslabón de la cadena, se interesan cada vez más por los productos certificados en calidad y sustentabilidad.
“El mercado comienza a exigir este tipo de metodologías productivas, que en nuestro caso se vienen desarrollando hace ya unos cuantos años. Para nosotros es muy alentador, sentimos la mejora en los precios como una forma de reconocimiento a un trabajo ambientalmente responsable”, concluye Santiago Trova, técnico de la Subsecretaría de Producción de Neuquén.
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