La fiscalía de Zapala pidió una pena de 10 años de prisión para un abusador condenado por cometer abusos contra dos adolescentes de su entorno familiar, a quienes sometió aprovechando la confianza que tenía con ellas y el resto de la familia.
La teoría del caso que logró acreditar el Ministerio Público Fiscal durante el juicio es que el condenado abusó de una de las víctimas entre el 1 de noviembre de 2021 y abril de 2022, en cercanías a la localidad.
Respecto a la otra adolescente, el hecho ocurrió el 9 de julio de 2022, entre las 2 de la madrugada y las 8 de la mañana cerca de un paraje próximo a la ciudad de Zapala. Esa noche, el acusado iba a bordo de su camioneta con la víctima y otra mujer, quien en un determinado momento, se durmió. Fue allí cuando el imputado, identificado como J.A.Q, cometió el abuso aprovechando que la otra mujer no lo notaría.
En diciembre de 2023, tras la presentación de prueba en juicio, el abusador fue declarado responsable por el delito de abuso sexual simple continuado respecto de una de las víctimas, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal respecto de la otra víctima.
Así se llegó la semana pasada a la audiencia de cesura, en la que la fiscal del caso, Laura Pizzipaulo, requirió la imposición de una pena de 10 años de prisión por ambos delitos, teniendo en cuenta como agravantes de la pena: la extensión del daño causado, el aprovechamiento de la confianza con la familia, la modalidad del abuso sexual con falta de profilaxis, la doble victimización y la asimetría de edad entre el condenado y las víctimas.
Como atenuante sólo consideró la falta de antecedentes penales.
La defensora de los Derechos del Niño y el Adolescente, quien intervino en representación de una de las víctimas, requirió 2 años de prisión por el delito de abuso sexual simple continuado.
El tribunal colegiado pasó a un cuarto intermedio para deliberar y dará a conocer su veredicto este martes a las 13.
Otro abusador zapalino
Días atrás, un docente de Zapala fue condenado por cometer abusos sexuales contra una colega a lo largo de un año. El hombre tenía sometida a la mujer con la excusa de que no le creerían y no habría consecuencias para él.
La teoría del caso que presentó -y logró probar- la misma fiscal indica que los hechos ocurrieron entre marzo de 2022 y marzo de 2023. Los abusos ocurrieron en horario de trabajo y en el interior de una escuela ubicada en cercanías de la localidad.
La fiscal indicó en este sentido, que él le hacía creer a la mujer que si ella denunciaba “a él no le iban a hacer nada, por la antigüedad laboral que tenía”. Ese fue su ardid para evitar que la mujer radicara una denuncia en su contra.
De esa forma, el hombre consideraba asegurada su impunidad, hasta que la mujer ya no soportó los sometimientos y logró develar lo que padecía y denunciarlo.
En el juicio que tuvo lugar la semana pasada, la fiscal Pizzipaulo afirmó que las pruebas presentadas para probar su teoría fueron suficientes y requirió que se declare la responsabilidad penal del acusado como autor del delito de abuso sexual simple y continuado en el tiempo.
La magistrada interviniente hizo lugar al pedido de la fiscalía y declaró la responsabilidad penal del imputado de acuerdo a lo solicitado por Pizzipaulo.
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