Se iniciaron este jueves las obras de balizamiento de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Zapala. Las tareas las lleva adelante el Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN), dependiente del ministerio de Infraestructura, con una inversión de 32,4 millones de pesos aportados por el gobierno provincial.
Esto es parte del proyecto de mejoras edilicias y de infraestructura de los aeropuertos del interior neuquino, que comenzó en el aeródromo de Chos Malal y ahora en Zapala, a partir del trabajo conjunto entre el EPEN y la dirección provincial de Infraestructura Aeroportuaria.
El ministro de Infraestructura, Rubén Etcheverry, había anunciado en abril pasado que la obra del balizamiento forma parte de las tareas de mejoras edilicias y de la infraestructura aeroportuaria existente en la provincia.
Desde el ministerio de Infraestructura se está trabajando en el programa Aeropuertos, que será lanzado próximamente. A través de este programa, se buscará conectar todos los aeropuertos de la provincia con una mejor infraestructura.
En el caso de Zapala, el gobernador Rolando Figueroa firmó el 24 de abril pasado un convenio con el municipio local para destinar 32,4 millones de pesos para colocar y poner en funcionamiento un nuevo sistema de iluminación.
Este jueves y viernes los operarios del EPEN emprendieron las primeras tareas, que consisten en el tendido de 800 metros de línea de baja tensión que seguirá el recorrido de la línea de media tensión de 33 kilovoltios que va desde Zapala hacia Villa Puente Picún Leufú.
Luego se montará una sub estación transformadora de 100 kilovoltampers para alimentar el nuevo sistema y se colocarán 11 balizas con sus gabinetes de alimentación y control.
Con la autorización de Vialidad Provincial empezaron los trabajos a la vera de la ruta nacional 40, para colocar los postes de la línea que será energizada la semana próxima, a la espera de la llegada de las balizas desde Buenos Aires, prevista para la misma semana.
Los nuevos artefactos de iluminación reemplazarán el balizamiento existente, que llega hasta el frente de la cabecera de la pista de aterrizaje. El sistema contaba con 10 balizas alimentadas con una instalación fotovoltaica, que incluía un conversor y una batería. Los paneles solares fueron desprendidos por el viento y los equipos electrónicos y las baterías se fueron deteriorando.